
Oaxaca rompió el mito del “saldo blanco” en festividades de Muertos: siete asesinatos en tres días
Contrario a las declaraciones oficiales, Oaxaca no tuvo “saldo blanco” durante las celebraciones de Día de Muertos. En solo tres días, del 31 de octubre al 2 de noviembre, la entidad registró siete homicidios dolosos, cifra inédita en estas festividades tradicionalmente asociadas a la paz y la convivencia familiar.
Según el informe “Víctimas reportadas por delito de homicidio” de la Fiscalía del Estado y la SSPC, Oaxaca acumuló entre dos y hasta tres asesinatos por día, integrando así la cifra nacional de 175 homicidios cometidos en México durante el fin de semana largo. El reporte fue publicado el 3 de noviembre.
Entre las víctimas nacionales se incluyen el alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, asesinado el 1 de noviembre. Y en Oaxaca, el 2 de noviembre, fue asesinado Israel Ramírez Rueda, agente municipal de San Marcos Zacatepec, perteneciente a Santa Catarina Juquila, en la Sierra Sur del estado.
En la entidad oaxaqueña la violencia no paró pese al despliegue del operativo “Oaxaca Seguro”, que movilizó a más de mil 400 elementos en panteones, mercados y carreteras. Las autoridades presumieron resultados positivos, aunque los registros oficiales y periodísticos revelan lo contrario: la violencia se infiltró en la celebración más emblemática del estado.
Fuentes diversas coinciden en la cifra de siete homicidios, confirmando que Oaxaca se ubicó entre los diez estados más violentos del país durante el fin de semana de Muertos. La mayoría de los casos están relacionados con ajustes de cuentas o disputas criminales.
Este repunte rompe con el patrón de años anteriores. En 2022 y 2023, Oaxaca no registró homicidios durante las mismas fechas, según reportes de la SSPC y la Fiscalía estatal. El salto de cero a siete asesinatos en 2025 representa un incremento histórico y evidencia el deterioro de la seguridad local.
Las regiones de la Costa, el Istmo y la Mixteca siguen siendo los principales focos de violencia, con presencia de células criminales vinculadas al tráfico de drogas, armas y personas. En estos territorios, los ataques suelen ocurrir en contextos públicos, aprovechando eventos comunitarios o turísticos.
La Fiscalía General del Estado mantiene abiertas las investigaciones, pero hasta el momento no hay detenidos. Organizaciones civiles, como Consorcio Oaxaca, acusan a las autoridades de minimizar los hechos y de ocultar la gravedad de la crisis de seguridad, que ya acumula casi mil homicidios anuales.
Por primera vez en años, las festividades de Muertos en Oaxaca fueron ensombrecidas por el crimen organizado. Lo que antes era símbolo de identidad cultural y encuentro familiar se convirtió en un escenario de ejecuciones, dejando claro que la violencia ya no respeta ni las tradiciones más sagradas del estado.

