
Además de los feminicidios, Oaxaca enfrenta una crisis en materia de desapariciones: estudio del Congreso
El estado de Oaxaca también enfrenta una crisis de desapariciones, que se ha intensificado en los últimos años.
Según un informe de la 65 Legislatura, el número de personas desaparecidas ha aumentado considerablemente, posicionando a Oaxaca entre los diez estados del país con mayor incidencia de este problema. Al 16 de mayo de 2024, se reportaban 734 personas desaparecidas, lo que refleja la magnitud de esta crisis.
Las mujeres y los jóvenes son los sectores más afectados. En 2022, 139 mujeres y niñas fueron reportadas como desaparecidas, cifra que ascendió a 220 en 2023 y alcanzó 256 en mayo de 2024.
Además, se estima que aproximadamente el 60 % de las personas desaparecidas pertenece al grupo de edad de 15 a 39 años, siendo los jóvenes entre 15 y 19 años los más vulnerables. En 2023, se documentaron 60 desapariciones en este grupo, mientras que en mayo de 2024 el número aumentó a 108.
Aunque los hombres representan la mayor proporción de personas desaparecidas, el incremento en los casos de mujeres es alarmante.
En 2022, se reportaron 272 desapariciones de hombres frente a 139 de mujeres; para 2023, estas cifras subieron a 393 y 220, respectivamente. En mayo de 2024, los registros indicaban 468 hombres y 255 mujeres desaparecidos, mostrando una tendencia al alza en ambos casos.
Los niños, niñas y adolescentes son un grupo particularmente vulnerable. Hasta el 16 de mayo de 2024, 129 menores de 18 años permanecían desaparecidos, con las niñas representando la mayoría de los casos.
Los municipios con mayor número de desapariciones denunciadas incluyen Oaxaca de Juárez, Tuxtepec, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino y Loma Bonita, destacando la extensión territorial de esta problemática.
Ante la percepción de inacción de las autoridades, familiares de personas desaparecidas han organizado grupos de búsqueda. Entre sus principales denuncias se encuentran el limitado acceso a los expedientes de investigación y la ausencia de una fiscalía especializada.
A esta situación se suma la falta de recursos clave en el estado, como un laboratorio para la identificación de restos humanos y una legislación integral sobre la declaración de ausencia.
El deficiente sistema de recolección de datos en Oaxaca agrava el problema, ya que no diferencia entre desapariciones forzadas y aquellas cometidas por particulares.
Esta falta de claridad dificulta la implementación de políticas públicas eficaces para combatir la crisis. Según expertos, el incremento de las desapariciones está vinculado a la expansión del crimen organizado y las disputas territoriales, fenómenos que han exacerbado la violencia en la entidad.
Un caso reciente es el de Refugio Román Cortés Hernández, activista y colaborador de la organización Renuévate Oaxaca A.C, reportado como desaparecido el 22 de noviembre de 2024. La última vez que lo vieron fue en una gasolinera de Santa Rosa Panzacola, en Oaxaca de Juárez.
Reconocido como un defensor de derechos humanos, Román Cortés trabajaba en iniciativas de asistencia alimentaria y prevención de la violencia de género, además de desempeñarse en diversos oficios para su sustento.