Sandra Domínguez cumple hoy 5 meses de desaparecida; familiares y activistas exigen a Jara su presentación con vida
La exigencia de justicia resonó en las calles de Oaxaca este martes 4 de marzo, cuando familiares, amigos y activistas se unieron en una marcha para conmemorar cinco meses de la desaparición de Sandra Estefanía Domínguez Martínez.
La movilización, organizada por el comité familiar «Komite Pejy Tyotk», partió de la Fuente de las 8 Regiones y culminó en el Zócalo de la ciudad, donde los manifestantes alzaron la voz para demandar la presentación con vida de la defensora ayuuk de derechos humanos.
Sandra Domínguez, de 38 años, desapareció, junto con su pareja Alexander Hernández el 4 de octubre de 2024, en inmediaciones del municipio de María Lombardo, en la frontera entre Oaxaca y Veracruz. Su labor como defensora de la equidad de género y los derechos territoriales, así como sus denuncias previas sobre un funcionario de la Secretaría General del Gobierno de Oaxaca, han generado preocupación sobre los motivos de su desaparición.
A cinco meses de desaparecida, la incertidumbre y el dolor persisten entre sus seres queridos, quienes han exigido respuestas claras y concretas tanto al gobierno estatal de Salomón Jara Cruz como a las autoridades federales. A pesar del tiempo transcurrido, la falta de avances en la investigación ha intensificado las demandas de justicia.
Durante la marcha, los participantes portaron pancartas y corearon consignas, reiterando su determinación de no cesar en la búsqueda de Sandra. La frase «No pararemos hasta encontrarla» se convirtió en un grito unánime, reflejando la frustración y la indignación ante la inacción de las autoridades.
En relación a la investigación de la desaparición de Sandra, se tiene conocimiento de la detención de una mujer, policía vial, que al parecer fue pareja de un lider criminal abatido por fuerzas federales, y que presuntamente ordenó el secuestro de la activista.
El caso de Sandra Estefanía ha puesto de manifiesto el riesgo y la violencia que enfrentan los defensores de derechos humanos en Oaxaca, especialmente aquellos que trabajan en la defensa de las comunidades indígenas. La sociedad oaxaqueña y las organizaciones de derechos humanos continúan exigiendo justicia y respuestas satisfactorias por parte de las autoridades.
