El Desmantelamiento Institucional y sus Consecuencias en México

 

México atraviesa un momento crucial en su vida democrática. A pesar de que la oposición ha ganado un 40% en la elección presidencial y más del 46% en las legislativas, sus votos parecen no tener el peso necesario. Las decisiones de gobierno solo parecen beneficiar a Morena, dejando fuera de la toma de decisiones a una considerable parte de la ciudadanía. Esto representa un desequilibrio en la democracia mexicana y un obstáculo en la construcción de una sociedad representativa y justa.

Con la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el gobierno pierde una institución clave que garantiza la transparencia. La ciudadanía ya no podrá conocer el destino de los recursos públicos, lo que podría abrir la puerta a actos de corrupción e impunidad. En un contexto en el que la transparencia era una herramienta contra la corrupción, su eliminación representa un retroceso alarmante para los derechos y la participación ciudadana.

Además, la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) deja sin regulador al sector de las telecomunicaciones. Sin este órgano, las empresas del sector tendrán el poder de actuar sin restricciones ni rendición de cuentas. Así, los ciudadanos podrían enfrentar prácticas comerciales abusivas sin protección o defensa, un cambio que afecta directamente la economía de los hogares mexicanos y la competencia justa en el mercado.

La desaparición de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) también constituye una grave amenaza. Sin este organismo, que regula la competencia económica, sectores esenciales de la economía podrían caer en monopolios o concentraciones de poder. Esta falta de competencia encarece productos y servicios, y se corre el riesgo de que solo los allegados al gobierno puedan operar sin restricciones. Esto no solo afecta a consumidores, sino que también sofoca a pequeños y medianos empresarios que dependen de un mercado justo.

El panorama de la justicia en México tampoco es alentador. Las reformas planteadas debilitan al Poder Judicial, al punto de subordinarlo a los intereses del gobierno. Sin un sistema judicial independiente, los ciudadanos perderán la posibilidad de ampararse contra abusos de poder. Si el sistema judicial se alinea con el gobierno en turno, la justicia deja de ser imparcial, perjudicando a quienes enfrentan conflictos legales, desde empresarios hasta ciudadanos comunes.

En un contexto donde el gobierno ejerce presiones sobre los medios de comunicación, la libertad de prensa corre peligro. La desaparición de medios críticos significa un retroceso en la libertad de expresión y el derecho a la información. Sin un contrapeso mediático, la voz de la ciudadanía se diluye, y solo prevalece una narrativa oficialista. Aunque la oposición puede construir una alternativa desde lo local, este proceso tomará tiempo y requiere la participación activa de ciudadanos dispuestos a defender la democracia.

Ante estas medidas, México enfrenta un periodo de incertidumbre. La estructura institucional y democrática del país está en juego. Aun así, las ciudades más urbanizadas han mostrado un equilibrio en la competencia electoral, dando una señal de que la ciudadanía aún tiene voz. La resistencia local y la perseverancia en la construcción de una oposición pueden ser el camino para recuperar las instituciones y la democracia que el país merece.

CATEGORIES
Share This