
Salomón Jara impone a Sarahí Noriega como Auditora Superior de Fiscalización
En el gobierno de la llamada primavera oaxaqueña todo sigue igual o peor que antes.
Si en el gobierno pasado imperó el amiguismo, el pago de facturas políticas y, sobre todo, la “importación” de funcionarios, la mayoría de ellos traídos del Estado de México, en el gobierno de la Cuarta Transformación ocurre lo mismo e incluso con mayor desfachatez.
Salomón Jara Cruz, el hijo pródigo de San Melchor Betaza, en la Sierra Norte del Estado, volvió a recomendar a una no oaxaqueña y con ello enterró su palabra de que su gobierno estaría conformado sólo por oaxaqueños, pues no habría ni reciclados ni extranjeros.
Pero al gobernador de Oaxaca se le olvidó este compromiso y el pasado miércoles se consumó en el Palacio Legislativo de San Raymundo Jalpan la designación de Sarahí Noriega Ricárdez como titular de la Auditoría Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca para un periodo de siete años.
Noriega Ricárdez se desempeñaba como funcionaria en la Jefatura del Gabinete, a cargo de José Antonio Rueda Márquez.
Con la línea trazada desde Palacio de Gobierno, y con 37 votos a favor, el pleno de la LXV Legislatura local votó a favor Sarahí Noriega Ricárdez, esposa de uno de los colaboradores cercanos de Noé Jara Cruz, hermano del gobernador de Oaxaca, quien en los últimos meses ha mostrado un gran activismo social con miras a lograr un puesto de elección popular utilizando la estructura del gobierno estatal.
Sarahí era integrante del Comité de Ética y de Prevención, conformado por servidores y servidoras públicas de los distintos niveles jerárquicos que integran las dependencias, entidades y órganos auxiliares de la Administración Pública de Oaxaca.
La nueva titular de la Auditoría Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca dejó en el camino a los dos integrantes de la terna conformada por Rosa Elia Vásquez Flores y Leopoldo Andrés Barrera Sánchez.
Con la toma de protesta de Sarahí Noriega Ricárdez como nueva auditora, la tarde del miércoles se dio por cumplida la línea dictada desde lo más alto del Poder Ejecutivo Estatal.