
Retroceso en transparencia: Congreso de Oaxaca elimina órgano autónomo y subordina acceso a la información
El Congreso de Oaxaca aprobó la noche de este miércoles 26 de noviembre, en una sesión extraordinaria, la desaparición del Órgano Garante de Acceso a la Información Pública, Transparencia, Protección de Datos Personales y Buen Gobierno del Estado de Oaxaca (OGAIPO). La decisión, avalada por 38 votos, elimina al organismo autónomo creado en 2021.
En su lugar se instauró “Transparencia para el Pueblo de Oaxaca”, un órgano desconcentrado dependiente de la Secretaría de Honestidad, Transparencia y Función Pública. Con ello, el Ejecutivo estatal se convierte simultáneamente en vigilado y vigilante, reinstalando un esquema de control político sobre la información pública que se creía superado.
La diputada Monserrat Herrera Ruiz defendió la reforma con argumentos de “legalidad”, “funcionalidad institucional” y “protección efectiva de derechos”, así como con supuestos beneficios de “capacidad técnica” y “prácticas homologadas”. Sin embargo, el nuevo diseño subordina directamente lo que antes era un ente independiente a la estructura jerárquica del Ejecutivo.
La retórica oficial afirma que los poderes y órganos autónomos serán ahora “autoridades garantes” en sus respectivos ámbitos. En los hechos, se elimina al único organismo capaz de exigirles transparencia sin interferencias políticas, debilitando la capacidad ciudadana de supervisar a quienes administran los recursos públicos.
Pese al discurso gubernamental que califica la reforma como un paso hacia una administración “más ordenada, accesible y responsable”, el cambio representa un retroceso. La transparencia vuelve a quedar bajo control del Ejecutivo, reviviendo prácticas que la creación de organismos autónomos había intentado erradicar.
El Congreso también aprobó, sin debate público, un nuevo padrón de contratistas del estado. Este mecanismo concentra aún más la supervisión del gasto público en el Ejecutivo, reforzando la tendencia hacia la centralización de decisiones clave en materia de recursos y obras públicas.
Con estas reformas, la transparencia en Oaxaca deja de ser un derecho garantizado por un árbitro independiente para convertirse en un servicio controlado por el propio gobierno. Un día oscuro para la rendición de cuentas y un retroceso significativo para la ya frágil democracia estatal y nacional.

