Gobierno de Morena aplica “todo el peso del Estado” contra jóvenes de la Generación Z tras marcha en CDMX

Gobierno de Morena aplica “todo el peso del Estado” contra jóvenes de la Generación Z tras marcha en CDMX

Cinco de unos 40 manifestantes detenidos durante la marcha de la Generación Z en la CDMX fueron trasladados esta tarde al Reclusorio Oriente y a Santa Martha Acatitla, acusados de “tentativa de homicidio” en contra de policías capitalinos. Familiares y organizaciones acusan a Clara Brugada de avalar “una medida punitiva desproporcionada”, pese a la falta de pruebas contundentes.

Aunque el discurso tanto de Brugada como de la presidenta Claudia Sheinbaum señalan que los participantes actuaron como “vándalos armados”, registros en video muestran que la intervención policial inició con escudos y gases. La acusación de homicidio calificado contra jóvenes se basa en que usaron “objetos improvisados” y “desproporción de fuerzas”, lo que profundiza la percepción de distorsión mediática y abuso institucional.

El endurecimiento de la respuesta estatal parece buscar un efecto ejemplarizante para desmovilizar a una generación inconforme con la violencia e inequidad. En redes sociales, etiquetas como #LibertadGeneracionZ denuncian presuntas torturas y fabricaciones de delitos, mientras familias reclaman procesos transparentes ante un sistema judicial vulnerable a presiones políticas.

Las movilizaciones realizadas en más de 50 ciudades reflejan un movimiento juvenil orgánico que cuestiona corrupción, inseguridad y falta de respuesta gubernamental. No obstante, el Estado ha priorizado detenciones selectivas y la difusión de cifras infladas de agresiones a policías, medidas que buscan desacreditar el reclamo social y frenar nuevas protestas.

Organizaciones civiles exigen una investigación independiente sobre los presuntos abusos policiales y la fabricación de delitos. Señalan que criminalizar a la juventud profundiza la fractura social e inhibe la participación ciudadana. Llaman a las autoridades a la prudencia, advirtiendo que la represión erosiona la confianza pública y deteriora la vida democrática del país.

La marcha de la Generación Z en la Ciudad de México terminó en un operativo policial marcado por el uso excesivo de la fuerza policial. Ningún Policía ha sido investigado y menos detenido por las brutales agresiones contra los jóvenes que que exigían justicia y a cambio fueron dispersados con gases lacrimógenos, golpes y armas blancas, dejando más de 40 detenidos, muchos de ellos estudiantes o menores acusados de delitos graves.

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