En pésimas condiciones el cuartel policial capitalino
El cuartel de la Policía Municipal se encuentra en pésimas condiciones al menos desde hace 10 años, al cual no le han cambiado los colchones, aunado a que los baños se encuentran al interior en un espacio pequeño que provoca que los fétidos olores inunden el lugar.
Policías consultados señalaron que persiste el problema de plagas como las chinches que se tienen en los colchones, lo que provoca que tengan afectaciones incluso en su salud, además que se requiere mantenimiento.
Indicaron que han pasado varias administraciones municipales, y todos los presidentes municipales les prometen que van a tener mejoras y el apoyo para que tengan un espacio digno para descansar tras las arduas jornadas de trabajo, pero esto no se ha cumplido.
Los uniformados indicaron que cada que llega un presidente municipal los visita y les promete cambios reales, mejoras que no se cumplen, y en el presente no ha sido la excepción, aunque Francisco Martinez Neri les pidió un poco de comprensión ante las condiciones en que le dejaron la administración municipal.
Sin embargo, las instalaciones no son las más adecuadas, el espacio es muy pequeño, sin literas suficientes, “al menos estuvieran en buenas condiciones para poder descansar después de las jornadas”, afirmó uno de los elementos consultados.
Además los colchones están infestados de chinches, y el espacio destinado a su descanso huele mal, una combinación de orines y excremento pues los sanitarios se encuentran en este mismo espacio.
Tampoco cuentan con regaderas, por lo que deben esperar hasta que llegan a sus hogares para poder asearse y descansar verdaderamente, ya que su cuartel no es el más adecuado y no tiene lo necesario.
Asimismo, no tienen casilleros para poder dejar sus pertenencias, y tuvieron que habilitar varias cajas para poder resguardar sus cosas, lo que los deja sin las condiciones que se requieren.
“No tenemos camas suficientes ni para los elementos del primer cuadrante de la ciudad, imagínese para los demás, no tenemos una cocina como tal, solo u un lugar con uña microondas, un refrigerador, mucho menos un comedor”, señaló un oficial amparado en el anonimato por temor a las represalias.
Lamentaron que al hacer denuncias de este tipo de inmediato les levantan actas administrativas y se aplican sanciones, por ello, tienen temor de dar a conocer sus condiciones para evitar represalias.
Confiaron en que la actual autoridad municipal revise su caso, que se apliquen medidas adecuadas para que cambien sus condiciones, pues también requieren que se mejoren sus equipos, uniformes, vehículos, para que su desempeño sea todavía mejor, lo que repercutirá de manera adecuada en la sociedad.
Sobre todo, porque las promesas son muchas, y su situación no cambia, a pesar de que expone su vida todos los días, lo que requeriría al menos de un espacio digno para poder desandar.
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