
CONTRAFUEGO … “Edomex, en la buchaca de Morena” por Aurelio Ramos Méndez
Ya está en el fogón el proceso para la renovación de gobernador del estado demográfica y electoralmente más importante, el Estado de México, cuyo padrón de cerca de 13 millones de ciudadanos lo convierte en decisivo para la elección presidencial de 2024.
Tal como están los momios, Morena ya tiene en la bolsa esta gubernatura. Ni junta la totalidad de la oposición supera en preferencias de voto a su abanderada del Delfina Gómez.
Puede darse por hecho que llevada por la necesidad la oposición conseguirá aglutinarse en la alianza Va por México.
Y que hasta podría lanzar a un candidato excelente, distinto del peñista, pendenciero, prepotente y potencial feminicida, Enrique Vargas del Villar, con cuyo destape el dirigente del PAN, Marko Cortés, madrugó a sus aliados del PRI y PRD.
Lo que no se ve es cómo podrá la oposición superar su raquitismo.
Con su máximo líder, el expresidente Peña Nieto, convertido en símbolo de la corrupción y puesto bajo la lupa de la justicia, y su dirigente formal, Alejandro Alito Moreno, caracterizado como irredimible ladrón, el PRI es poco menos que un espantajo.
En idéntica o peores condiciones está el PRD, que alguna vez tuvo enclaves importantes en los pagos mexiquenses. Hoy sólo Jesús Zambrano cree que tiene algún prospecto para ocupar la silla que dejará Alfredo del Mazo.
El PAN se halla en el hoyo, si su mejor carta –a decir de Cortés—es Vargas del Villar, cuya vida pública está marcada por el escándalo: golpizas a policías e invitados a fiestas familiares, y hasta cárcel por lesiones a botellazos a una de sus tías.
De este episodio, ocurrido en 2003, que encaja perfecto en tentativa de feminicidio, dio cuenta en 2015 la presidenta de la Unidos Contra la Trata de Personas, la calderonista de hueso colorado Rosi Orozco.
La activista entregó a los medios copias de la orden de aprehensión de Vargas del Villar y una ficha signalética, comprobante del ingreso del panista al Reclusorio Oriente, así como referencias de fotografías que muestran ensangrentada a la tía del ahora candidato de Cortés a gobernador.
Estos antecedentes quizá explican la reacción de Calderón ante el destape. En un tuit, escribió:
“Increíble la bajeza que está fraguando la dirigencia del PAN @AccionNacional, al sabotear las posibilidades de una alianza en el Estado de México”.
Podrán Calderón y Peña Nieto –a quien el exalcalde de Huixquilucan visitó en España para pedirle su bendición– acordar el definitivo lanzamiento o no de Vargas como candidato de Va por México. O lanzar a Ana Lilia Herrera o Alejandra del Moral, con miras a una contienda mujer contra mujer.
Lo que no se ve es que eso le alcance a la oposición para evitar el desplazamiento –¡por fin!– del grupo que en los últimos lustros ha mangoneado la política mexiquense, y aspira a seguir medrando.
Grupo entre cuyos frutos se cuentan dechados de virtud y probidad tales como César Camacho, Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto y Alfredo del Mazo.
El virtual candidato de Movimiento Ciudadano, Juan Zepeda, ya descartó una alianza con el PAN y hasta dijo “vale más solo que mal acompañado”.
Y el máximo exponente de la derecha, Calderón, se pasea con un vistoso escapulario de narcotraficante, descobijado por su colaborador consentido, Genaro García Luna, preso por narco en Estados Unidos.
Y, además, expresamente acusado de sirviente de mafiosos por Sandra Ávila Beltrán, La reina del sur.
Abanderado de la derecha, por cierto, que perdió de modo irremisible la simpatía del sector privado, al haber llamado a los empresarios bola de avaros, codos y cobardes. Detalle capital en un estado con un sector industrial nutrido y poderoso.
Añádase que varios de los más conspicuos panistas han sido acusados de corrupción –unos cuantos están tras las rejas–, por haber recibido sobornos en maletas con rueditas, y su candidato presidencial de 2018 anda a salto de mata.
¿Puede alguien creer que un partido en semejantes condiciones tiene al menos un mínimo chance de ganar una contienda por la gubernatura?
Delfina Gómez, cierto, incurrió en actos de corrupción como alcaldesa de Texcoco, y así y todo fue postulada a la gubernatura en 2017, y perdió a la mala ante Del Mazo.
Fue enviada a la SEP con la obvia intención de olvidarse del sistema educativo y dedicarse a calentar la silla que fue de Vasconcelos, a la espera del momento para regresar a la contienda electoral. Ya anda en esas.
Con tan buena fortuna que ni un milagro podría hacer que la oposición le dé realmente la vuelta a las encuestas.
Vale aclarar, ‘realmente’, porque en los próximos meses veremos en el Estado de México –y en todo el país de cara al 2024–, encuestas irreales, sesgadas, de a tanto el punto.
Veremos mediciones amañadas que no leen la realidad, sino que la crean a conveniencia.
Como esos ejercicios demoscópicos en que es experto Roy Campos, suerte de moderno augur entregado a contemplar el cielo del oriente y hacer vaticinios con fundamento en el vuelo de las aves.
Con la diferencia de que los pronósticos de arúspices en la Antigüedad estaban limitados en el tiempo y el espacio; perdían validez fuera de determinada demarcación o después de cierto tiempo. Las encuestas de Roy valen donde sea, en todo tiempo y para lo que usted mande.
BRASAS
El foro de la hipocresía. En eso derivó el primer encuentro organizado por el PRI, PAN y PRD para analizar la reforma política.
Para llegar a tal conclusión fue cosa nada más de escuchar a los expresidentes del IFE, José Woldenberg y Luis Carlos Ugalde.
Woldenberg dijo que la propuesta presidencial tendiente a desaparecer el financiamiento público para actividades ordinarias de los partidos busca debilitar a estas entidades. Y beneficia al partido en el poder “por los apoyos poco disimulados que recibe del aparato estatal”.
Dijo que en 1996 se decidió privilegiar el financiamiento público por tres razones: es transparente, equilibra las condiciones de la competencia e intenta que los partidos no sean dependientes de los grupos económicos ni de la delincuencia. Se vale reír.
Hasta los niños de pecho, menos Woldenberg, han sabido que los partidos en el poder en este lapso, PRI y PAN, han recibido recursos del gobierno. ¿Se enteraría de las trapacerías cínicamente confesadas por Vicente Fox?
En cuanto a los grupos económicos, ¿habrá escuchado alguna vez que la contienda presidencial de 2006 se caracterizó por la descarada intervención de empresarios que financiaron la campaña negra del candidato que era “un peligro para México?”.
Y, por lo que a la delincuencia se refiere, ¿le habrán llegado por lo menos como chisme versiones de que los narcos han operado los comicios en regiones donde tienen hegemonía, por ejemplo el Mayo Zambada en Sinaloa?
Lo han sabido hasta las piedras. Bueno, lo ha sabido ¡hasta Luis Carlos Ugalde!, expresidente del IFE que en el mismo foro “patito” expresó, refiriéndose al crimen organizado:
“Es cierto que siempre ha estado presente, que participa y ha fondeado campañas, que ha sobornado candidatos ganadores…”.
Ugalde –¡lástima!—no mencionó ni un solo nombre o caso concreto; pero, eso sí, dijo que “no ha habido consecuencias porque nadie quiere denunciar”.
Woldenberg se opone a que si, por la razón que sea, los partidos se pasan por la faja la ley pues que se rasquen con sus uñas.
Y opina que elegir mediante voto popular a los consejeros menoscabaría –¡horror!– la autonomía del INE para alinearlo a “la voluntad oficial”.
Prefiere que los partidos se confabulen en la trastienda para repartirse en Consejo General y nombrar consejeros quitapón como… Ugalde. O, ¿nadie se acuerda ya de Elba Esther Gordillo?
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Ni el menos desprevenido de los observadores podría decir que fue ejemplar la elección interna de consejeros de Morena.
Menudearon en ese proceso las irregularidades. Pero, ni con mucho se trató del retroceso democrático de medio siglo –hasta los años 70– que señalan los dirigentes opositores.
A medida que se conocen datos de aquel ejercicio, sin embargo, se perfila un panorama cada vez más obscuro para la oposición: prosigue silencioso e imparable el transfuguismo hacia el partido guinda.
Ahora se sabe que como parte de las trácalas, maniobras y chanchullos de gobernadores morenistas, como Miguel Barbosa, para apropiarse de los órganos de gobierno partidista estatal se cuenta el haber operado la elección con y para priistas y panistas.
Lo cual, desde luego, implica deslealtad de esos mandatarios de Morena; pero, sobre todo, una mala noticia para la oposición: Continúa el trasvase de sus cuadros y militantes hacia Morena.
Y las prácticas antidemocráticas fueron patrocinadas, sí, por morenistas o mandatarios aliados en Hidalgo, Chiapas, Puebla, Morelos y otros estados; pero ejecutadas por priistas y panistas de cepa. Como quien dice, mapaches de alta escuela.
En Hidalgo, las trapacerías corrieron por cuenta del Grupo Universidad, del siniestro Gerardo Sosa Castelán. En Puebla, con ayuda del PAN, Barbos acaparó 116 de 150 lugares.
Y en Chiapas y Morelos también hicieron de las suyas panistas y priistas, al igual que en otros muchos puntos del país.
De este modo, los gobernadores consiguieron la mayoría de los puestos en el máximo órgano de gobierno de Morena, así haya sido al costo de desplazar a los militantes del guinda.
En el consejo estarán sentados no pocos constructores, proveedores y empresarios que han obtenido jugosos contratos del sector público, que decidieron decirle adiós al PAN y el PRI.
RESCOLDOS
Como si fueran la voz de Dios, así acogieron los adversarios de la 4T las memorias de Jared Kushner. Tienen un asfixiante tufo electorero, pero nuestros políticos dieron por buenas las mentiras, injurias, exageraciones y desvaríos del marido de Ivanka Trump. Hablan de haber doblado a negociadores mexicanos, arreglos secretos con Luis Videgaray, supuestos osos de Jesús. Y pintan al suegro no como el golpista bananero que es, sino como todo un estadista…
Pisando fuerte entró a la presidencia de Colombia Gustavo Petro. En su toma de posesión dijo que llegó la hora de cambiar la política antidrogas en el mundo. Señaló que la guerra contra el narcotráfico ha sido un rotundo fracaso y pidió a la ONU debatir sobre el fenómeno de las drogas, con miras a instaurar un esquema de regulación. Entretanto, en México –pretendido hermano mayor en la región—el gobierno está en actitud contemplativa frente a la barbarie…
Odiadores de oficio del gobierno han hecho tiras con el pellejo de Adán Augusto López. ¿La causa? Tuvo la osadía procurar una relación de confianza recíproca con la madre de un desaparecido. A diferencia de otros titulares de la Segob, incluidos Fernando Gutiérrez Barrios y Manuel Bartlett, Adán Augusto no se escondió debajo de la mesa. Salió a la calle para atender a manifestantes. Ahí conversó con la señora que le negó su confianza y obtuvo reciprocidad. “Esto es cosa de confianza”, le dijo, con razón, por duro o impolítico que suene.
aurelio.contrafuego@gmail.com
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