Muere Silvia Pinal, la última diva del cine mexicano
La primera actriz pasó casi un año hospitalizada, pero en compañía de su familia
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La destacada actriz Silvia Pinal, ícono del cine mexicano, falleció a los 94 años debido a complicaciones derivadas de una infección de vías urinarias. La última diva del cine nacional había estado hospitalizada desde el pasado 22 de diciembre, enfrentando múltiples problemas de salud. Aunque inicialmente su hija, Sylvia Pasquel, aseguró que estaba mejorando, su condición empeoró, y lamentablemente su cuerpo no resistió.
La noticia de su muerte fue confirmada esta tarde por Televisa y posteriormente por fuentes cercanas a la familia. La información puso fin a las especulaciones que habían surgido en los últimos días acerca de su estado de salud, mismas que comenzaron tras el ingreso hospitalario de la actriz por la mencionada infección.
Los rumores sobre su delicado estado tomaron fuerza cuando Alejandra Guzmán, hija menor de Silvia Pinal, reveló que la actriz había sido ingresada a terapia intensiva. Según los reportes, presentaba una arritmia cardiaca y presión arterial baja, complicaciones que encendieron las alarmas en su entorno y entre sus seguidores.
En un inicio, hubo señales esperanzadoras. Sylvia Pasquel llegó a declarar que su madre sería dada de alta el miércoles de la misma semana. Sin embargo, estas expectativas no se cumplieron. La salud de la actriz se deterioró rápidamente, culminando en su fallecimiento y dejando un profundo vacío en el mundo artístico.
Los últimos años de Silvia Pinal estuvieron marcados por múltiples problemas médicos. En diciembre del año pasado, fue hospitalizada de emergencia por influenza, lo que la obligó a pasar las fiestas navideñas internada. En 2021, enfrentó el COVID-19, y en enero de 2023 volvió a ser ingresada por una arritmia cardiaca y presión arterial baja.
Además de las recientes complicaciones, la actriz también sufrió una fractura de cadera en 2020 y un cuadro de neumonía en 2019. A pesar de estas dificultades, Pinal se mantuvo activa, enfrentando incluso la polémica de su regreso a los escenarios con la obra infantil Caperucita, ¡Qué onda con tu abuelita!, donde apareció en silla de ruedas.
La vida de Silvia Pinal estuvo llena de desafíos desde su juventud. Nacida en Guaymas, Sonora, en 1931, Pinal creció en un entorno humilde. Durante su infancia, trabajó en el restaurante de su padre como mesera, algo que le daba satisfacción porque ganaba propinas. Estas experiencias tempranas marcaron su carácter y le dieron la fuerza para enfrentar los retos de su carrera.
A los 17 años, Pinal debutó en el cine con la película Bamba (1939). Sin embargo, su primera experiencia no fue como ella esperaba, ya que el productor Miguel Contreras Torres la humilló durante el rodaje, tachándola de “bruta” y “estúpida” por no poder llorar en escena. Pinal recordó este episodio como uno de los más difíciles de su vida, pero también como una motivación para superarse.
A pesar de los tropiezos iniciales, Silvia Pinal se convirtió en una de las actrices más reconocidas de México, participando en más de 100 producciones de cine, televisión y teatro. Ganó tres premios Ariel como Mejor Actriz por películas como Un rincón cerca del cielo, Locura pasional y La dulce enemiga. También recibió un Ariel de Oro por su trayectoria, que incluyó colaboraciones internacionales.
Silvia Pinal no solo deja un legado artístico monumental, sino también una historia de vida marcada por la fortaleza y la pasión por el arte. Su autobiografía Esta soy yo (2016) revela detalles de su vida personal y profesional, como episodios desconocidos de abuso y superación. Con su partida, México pierde a una figura icónica que marcó un antes y un después en la historia del cine y la televisión.