
Hospital Civil de Oaxaca, rumbo al colapso, por falta de insumos, infraestructura y recursos esenciales
En una conferencia de prensa que se extendió por casi dos horas, médicos, enfermeras, jefes de servicio y familiares de pacientes expusieron la grave situación que enfrenta el Hospital Civil de Oaxaca «Dr. Aurelio Valdivieso».
Los trabajadores del hospital detallaron cómo la institución “agoniza” debido a la falta de insumos, infraestructura y recursos esenciales para operar. Según los testimonios, la desaparición del Seguro Popular ha empeorado la situación del hospital, el cual, históricamente, ha atendido a personas de escasos recursos. Hoy en día, tanto médicos como familiares se ven obligados a desembolsar dinero propio para poder salvar vidas.
La secretaria general de la Subsección 07 de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Patricia Méndez Jiménez, informó que pese a las declaraciones oficiales, persisten las carencias en el Hospital Valdivieso”. Acompañada de otros trabajadores y pacientes, destacó que el hospital sigue careciendo de elementos básicos como agua potable, gas LP y medicamentos esenciales para realizar cirugías o atender urgencias. Además, afirmó que la falta de reactivos ha dejado inoperativo el laboratorio del hospital, lo que agrava aún más la atención que se puede ofrecer a los pacientes.
A pesar de que solo se ha suministrado diésel para la preparación de alimentos y el funcionamiento de las autoclaves, las carencias continúan afectando la capacidad del hospital para operar con normalidad. Oscar Cuevas Cruz, titular del área de anestesia del hospital, explicó que, aunque realizan entre seis mil y siete mil procedimientos quirúrgicos al año, los trabajadores han tenido que ingeniárselas para llevar a cabo las intervenciones debido a la falta de insumos médicos. Aseguró que no cuentan con los medicamentos de primera línea necesarios para atender emergencias, como hemorragias obstétricas, lo que ha obligado a los profesionales de la salud a “parchar” la situación.
Norma Ojeda Alcalá, titular de la Jefatura de Gineco Obstetricia, también confirmó la escasez de recursos, contradiciendo las afirmaciones del gobernador Salomón Jara Cruz. La jefa de Gineco Obstetricia subrayó que las carencias incluyen lo más básico, como agua potable y diésel, además de medicamentos especializados. Indicó que, a pesar de estas deficiencias, el personal médico sigue atendiendo a los pacientes con lo que tienen, pero advirtió que este modelo de trabajo pone en riesgo tanto a los pacientes como a los médicos. “Ya no podemos seguir trabajando así”, expresó, señalando que el hospital ha tocado fondo.
Félix Ángel Quintero, jefe de Obstetricia, añadió que las carencias en el hospital son solo la punta del iceberg de una crisis mucho mayor. Aseguró que la situación se ha agravado desde el inicio de la transición al IMSS Bienestar, destacando que esta transición no ha sido adecuada ni justa desde el punto de vista laboral, ni ha garantizado la atención médica de calidad para los pacientes. Quintero expresó su frustración por el hecho de que, a pesar de las expectativas generadas para el 1 de enero de 2025, el hospital sigue enfrentando serias deficiencias en su operación.
El jefe de Obstetricia también hizo hincapié en la gravedad de la situación al señalar que no se dispone ni siquiera de agua embotellada para los pacientes y el personal. Aseguró que la transición hacia el IMSS Bienestar no está funcionando y que actualmente se encuentran con pacientes internados a los que no se puede garantizar ni el derecho a la salud ni el derecho a la vida. Esta situación, de acuerdo con los trabajadores, refleja la crisis profunda que atraviesa el hospital y otros centros de salud en la región.
La crisis en el sistema de salud de Oaxaca ha llegado a niveles alarmantes, especialmente durante la pasada temporada vacacional de fin de año. Durante este periodo, tanto los visitantes como los habitantes de diversas regiones del estado se encontraron sin atención médica en hospitales y centros de salud.
Este colapso en el sistema sanitario ha puesto en evidencia la precariedad de la infraestructura y la falta de recursos en los hospitales públicos, que deberían ser los pilares del servicio de salud en la región.
Entre los factores que contribuyen a la crisis se encuentran la falta de recursos, la escasez de personal capacitado y la infraestructura deficiente. A todo esto se suman problemas administrativos, como la corrupción, que han empeorado la situación. Uno de los casos más graves es la escasez de medicamentos y materiales médicos básicos, lo que ha obligado a los pacientes a comprar los insumos necesarios por su cuenta o a recibir atención sin los recursos necesarios, lo que empeora sus condiciones.
Particularmente preocupante es la situación en las comunidades indígenas y rurales de la región de la Costa, como Huatulco y Puerto Escondido. En estas áreas, el acceso a los servicios de salud ya es limitado debido a barreras geográficas y lingüísticas. Los hospitales y clínicas en estas zonas, mal equipados y con personal insuficiente, luchan por atender la creciente demanda de atención médica. A la falta de recursos se suma la precariedad laboral del personal de salud, que enfrenta retrasos en el pago de salarios, contratos temporales y condiciones de trabajo insostenibles.
Los trabajadores de la salud en la Costa, ante esta situación, organizaron una marcha para denunciar las carencias que enfrentan en hospitales como el Regional de Pinotepa Nacional y otros centros de salud de los municipios cercanos. Entre sus principales demandas destacan la instalación de la autoclave de vapor, la culminación y equipamiento de la UCIN, la reparación del sistema de aire acondicionado hospitalario y la mejora del sistema de drenaje en los hospitales.
Médicos y especialistas en salud coinciden en que la crisis requiere de medidas integrales y sostenibles. Insisten en la necesidad de un aumento en el presupuesto destinado al sector salud, una mejor planeación administrativa y, sobre todo, una mayor prioridad en la atención a las comunidades más marginadas del estado. Sin estos cambios, advierten, la situación continuará empeorando.