
El gobierno de Oaxaca está perdiendo la batalla contra el gusano barrenador; lejos de disminuir, contagios se disparan 32%
Una severa crisis sanitaria golpea a Oaxaca. Los casos de gusano barrenador crecieron un alarmante 32% entre agosto y septiembre de 2025. Esta plaga afecta fuertemente las regiones estratégicas del Istmo y la Costa, poniendo en jaque a la ganadería local.
La principal causa de esta propagación es la falta de vigilancia en las carreteras del estado. La movilización de ganado se realiza sin supervisión sanitaria adecuada, lo que permite que animales infectados crucen libremente y lleven la plaga a nuevas zonas productoras de Oaxaca.
Oaxaca ya ostenta el tercer lugar nacional en infecciones por este parásito. Con 844 casos acumulados a septiembre de 2025, solo es superado por Chiapas (3,760) y Tabasco (869). La ineficacia de la Sefader es evidente en esta expansión descontrolada.
La plaga se concentra en municipios críticos como San Pedro Tapanatepec y Santo Domingo Zanatepec, además de toda la franja costera. El gusano está dañando gravemente a bovinos y equinos. La respuesta de la Sefader se limita a la distribución esporádica de kits.
Aunque la Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rutal (Sefader) afirma haber curado el 80% de los animales, la realidad oculta un drástico aumento de 570 a 844 casos en solo semanas. Sus medidas son meramente reactivas y no atacan el origen del problema: el traslado ilegal de ganado.
Los ganaderos de la Costa reportan que los 500 kits entregados en septiembre resultaron insuficientes. Las pérdidas económicas por la paralización de embarques ya superan los 40 millones de pesos. Productores enfrentan la ruina sin subsidios ni inspecciones estatales.
Este brote tiene un impacto nacional, generando pérdidas diarias de 11.4 millones de dólares por los cierres fronterizos de EE. UU. La falta de inversión estatal en brigadas de contención agrava la crisis, mientras el gobierno prioriza la difusión sobre las acciones.
Una comisión de EE. UU. del USDA y APHIS visitará Oaxaca en octubre de 2025 para evaluar las medidas implementadas. Su dictamen es crucial para la reapertura de fronteras y reactivar las exportaciones de ganado, vitales para la economía de la entidad.
La descoordinación entre Sefader y Senasica intensifica el riesgo de que la plaga afecte a otras especies como porcinos, caninos e incluso fauna silvestre. Ganaderos exigen puntos de inspección del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), pero la lentitud burocrática amenaza con una multiplicación de casos.
Aunque los tratamientos han evitado la muerte de animales, las pérdidas nacionales superan los 1,300 millones de dólares. La débil contención estatal convierte al gusano barrenador en una amenaza constante para la economía rural, exigiendo un cambio urgente en las políticas de la Sefader.

