El Corredor Vial Zapoteco, proyecto impuesto por el Gobierno de Oaxaca; no se consultó a las comunidades

El Corredor Vial Zapoteco, proyecto impuesto por el Gobierno de Oaxaca; no se consultó a las comunidades

El proyecto denominado Corredor Vial Zapoteco, impulsado por el gobierno del estado de Oaxaca, ha generado el rechazo de ejidatarios y comuneros de municipios de los Valles Centrales, quienes acusan que la obra es una imposición y que nunca fueron consultados. Integrantes del Frente de Comisariados por la Defensa de la Tierra y su Territorio han denunciado que este plan traerá severas afectaciones al medio ambiente y a sus tierras agrícolas, fundamentales para la producción de alimentos en la región.

Este corredor, considerado estratégico por la administración de Salomón Jara Cruz, abarca aproximadamente 70 kilómetros y se plantea como una vía de conexión entre el Valle de Etla y la supercarretera a la Costa. Sin embargo, los habitantes de las comunidades afectadas aseguran que el gobierno no ha respetado su derecho a la consulta previa, lo que representa una violación a tratados internacionales sobre derechos indígenas.

Aunque la propuesta tiene más de 14 años, anteriores gobiernos estatales la dejaron en pausa hasta que la actual administración la retomó bajo un nuevo nombre. Antes conocida como Libramiento Sur, la obra ha sido rechazada por los ejidatarios, quienes insisten en que se trata de una decisión unilateral de las autoridades, sin considerar los impactos en la vida y el entorno de las comunidades zapotecas y mixtecas.

De acuerdo con los campesinos, el trazo del corredor atravesará municipios como Villa de Zaachila, Cuilápam de Guerrero, Santa Catarina Quiané, Santa María Roaló, San Pedro Ixtlahuaca y Reyes Mantecón, entre otros. En su recorrido, afectará tierras de propiedad ejidal y comunal, fundamentales para la producción agrícola y la conservación de la biodiversidad en la región.

El Frente de Comisariados ha señalado que esta imposición gubernamental vulnera el derecho de los pueblos originarios a la libre determinación de su territorio. Además, han expresado su preocupación por los posibles efectos negativos que la obra traerá consigo, tales como deforestación, pérdida de especies endémicas, reducción de mantos acuíferos y el impacto en caminos cosecheros y pozos de agua.

Uno de los puntos que más alarma a los comuneros es que el Corredor Vial Zapoteco pondrá en riesgo las tierras más fértiles de los Valles Centrales de Oaxaca, esenciales para la producción de cultivos básicos y para la conservación de la agrobiodiversidad. Afirman que al menos 18 ejidos y comunidades agrarias serán afectadas, lo que compromete no solo su economía, sino también su cultura y formas de vida.

Ante este panorama, los afectados han exigido la suspensión inmediata del proyecto y el respeto a su derecho a ser consultados. Aseguran que el gobierno estatal debe garantizar procesos de participación y consentimiento previo antes de implementar obras de esta magnitud, pues, de lo contrario, se estarían violando derechos fundamentales de los pueblos indígenas y campesinos de Oaxaca.

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