
Disputa por madera, motivo del enfrentamiento de dos comunidades en los Coatlanes, informa secretario de Gobierno
El conflicto territorial entre San Francisco Coatlán y San Sebastián Coatlán, que se ha extendido por más de cinco décadas, tuvo un nuevo episodio violento, este domingo, debido a una disputa por madera. Según el secretario de Gobierno, Jesús Romero López, el enfrentamiento armado entre ambas comunidades dejó un saldo de cinco muertos y 11 heridos, todo por la posesión de una cantidad “ínfima” de madera en el paraje El Limar.
Días antes del enfrentamiento, pobladores de San Sebastián Coatlán acudieron a El Limar, una zona dentro de su territorio, para realizar trabajos de limpieza en preparación para la construcción de un entronque sobre la autopista Barranca Larga-Ventanilla. Durante estas labores, algunos árboles fueron cortados y la madera quedó en el lugar, lo que más tarde desencadenaría el conflicto.
El domingo, habitantes de San Francisco Coatlán se dirigieron a El Limar para recoger la madera, alegando que les pertenecía debido a que ese terreno había estado bajo su posesión durante muchos años. Este acto generó la reacción inmediata de los pobladores de San Sebastián Coatlán, quienes llegaron al sitio y, en medio del enfrentamiento, se desató un tiroteo que resultó en víctimas mortales y heridos de ambas partes.
Romero López explicó que la disputa territorial entre estas comunidades data de al menos 56 años y que, aunque un magistrado agrario resolvió el conflicto en diciembre de 2024, la problemática no terminó ahí. La pugna involucra 859 hectáreas de tierras y afecta el trazo de la autopista Oaxaca-Puerto Escondido, lo que ha generado disputas en torno a indemnizaciones y posesión del territorio.
El funcionario detalló que El Limar es una zona estratégica, pues es el punto donde se construye el entronque para conectar a San Sebastián Coatlán con la autopista. Sin embargo, pese a su ubicación dentro del territorio de San Sebastián, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes determinó que este terreno es una zona federal, ya que la empresa constructora responsable de la obra realizó el pago correspondiente para su liberación.
Para mitigar el conflicto, la dependencia federal otorgó recursos a ambas comunidades como compensación por el polígono de tres hectáreas donde se desarrolla la obra. Aun así, la tensión persiste debido a los derechos históricos que San Francisco Coatlán reclama sobre esa área, lo que terminó por provocar el reciente episodio de violencia.
El funcionario estatal, sobre cuyos hombros está la responsabilidad de atender estos conflictos, lamentó la pérdida de vidas por la disputa de una cantidad mínima de madera que no representa un aprovechamiento forestal significativo. Sin embargo, señaló que el trasfondo del problema no es la madera en sí, sino el arraigado conflicto territorial entre ambas comunidades, el cual ha sido una fuente constante de tensión y enfrentamientos a lo largo de los años.