CONTRAFUEGO … «Machincuepas gringas por García Luna» por Aurelio Ramos Méndez

Ya empezó a perfilarse, nítida, la posibilidad de que Genaro García Luna salve su pellejo en el juicio que se le sigue por narcotráfico, no porque sea inocente sino porque para el gobierno gringo está convertido en un hombre bomba, uno de esos suicidas que se adosan al cuerpo cartuchos de dinamita haciéndose intocables por el daño potencial que representan.

Si esto sucede, habrá sido al costo de haber hundido nuestro país en una etapa de violencia inaudita, de la cual tardaremos décadas en salir. Y de garantizarle impunidad al principal culpable de esta tragedia, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa.

El colaborador consentido y cómplice de Calderón fue un sirviente de Estados Unidos, corresponsable de la ejecución de la guerra contra el narcotráfico, dictada por el Pentágono.

Se ganó con ello estrellitas en la frente, diplomas y condecoraciones, y tuvo acceso a información que ahora le permite mantener al gobierno gringo prendido de sus partes más vulnerables.

En el juicio de Nueva York están sentados en el banquillo de los acusados no solo García Luna y los tres últimos expresidentes, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, sino también el gobierno estadunidense.

Esto explica la factibilidad de que la justicia del país vecino, glorificada por Hollywood y algunos bobos que la tienen por ejemplar, opte por favorecer al delincuente antes que correr el riesgo de exhibir las inmoralidades de su gobierno.

En el caso García Luna esto puede significar que, al final, tengamos técnicamente a un delincuentazo, un meganarco responsable de las peores atrocidades, a quien sencillamente será imposible sancionar.

Quedarían entonces por resolver denuncias por fraude de unos 600 millones de dólares que el ex titular de la SSP tiene pendientes en México.

Sólo que, beatificado ya el exfuncionario por la justicia norteamericana, este proceso sería fácil de afrontar para regocijo suyo y de famosos periodistas integrantes de la poderosa red de protección mediática que aún conserva, producto de su esplendidez con ciertos sectores de la prensa.

Desde las primeras audiencias del juicio ha quedado claro el afán del juez Brian Cogan por inclinar la balanza en beneficio del socio de los gringos devenido kamikaze.

Este juzgador le puso fecha de caducidad a la corrupción. Ordenó que los fiscales se abstengan de hablar sobre el enriquecimiento de García Luna después de 2012, cuando dejó de ser funcionario público.

Para nada le importó el que el imputado haya conservado vínculos con las mafias y contactos e influencias dentro de los gobiernos tanto de México como de Estados Unidos.

Cogan asumió asimismo con determinación la función de blanqueador de dinero. Soslayó que la fortuna malhabida del exfuncionario fue el capital inicial del enorme patrimonio que se le atribuye.

Por añadidura, el juez bailó una sabrosa polka sobre la esencia misma de la legislación estadunidense, esa que permite sin restricción alguna y aun a los peores delincuentes la negociación de la justicia a cambio de la delación.

Le pidió al jurado que al ponderar pruebas y testimonios sobre la culpabilidad de García Luna tome en cuenta los beneficios –rebajas de penas, visas, dinero, residencia, cambios de identidad– que obtendrán los testigos cooperantes, así hayan sido plasmados en acuerdos legales.

Por esa vía, a punta de presiones de Cogan, el testigo Tirso Martínez Sánchez, El futbolista, debió reconocer que fiscales le prometieron avanzar en un proceso para obtener una visa.

En un rapto de honestidad, despojándose de la máscara de neutralidad, el juez de plano le puso un esparadrapo a Tirso y hasta lo regañó por haber referido andanzas del acusado previas al lapso comprendido en el juicio. Le dijo que sus declaraciones eran rumores e implicaban pérdida de tiempo.

El favoritismo del togado intenta ser disimulado y presentado como sagacidad del abogado defensor César de Castro y su equipo. No hay tal. El proceso tiene una indisimulable apariencia de machincuepa.

García Luna entró temprano a la delincuencia y creció en el gobierno de Vicente Fox, pero se doctoró en el de Calderón, de quien fue secretario de Seguridad Pública, amigo, colaborador consentido, socio, cómplice y operador político y financiero. Continuó su carrera delictiva durante en la administración peñista.

Por lo mismo, en la corte de Brooklyn se juega el destino de estos tres exmandatarios, en particular Calderón, quien aun antes de concluir el juicio ya puede escoger entre estas opciones:

Fue un mentecato lindante en la estupidez, cuyos colaboradores en el rubro de la seguridad pública –que marcó su gestión– se le treparon a las barbas y delinquían a sus anchas mientras él papaba moscas, o fue el jefe de la banda.

Los mexicanos del común ya dieron su veredicto, al margen de lo que suceda en la corte neoyorkina del distrito este: Calderón estuvo metido hasta el cogote en el narcotráfico, fue el capo de un cartel cuya gazapera estaba en Los Pinos.

Resulta inverosímil que no se hubiera percatado de lo que sucedía en la SSP, donde no sólo García Luna sino también sus principales colaboradores servían a mafiosos.

Lastimosamente, del gobierno gringo depende el que pueda castigarse de manera ejemplarizante a quienes pervirtieron hasta semejantes extremos la función pública e institucionalizaron el tráfico de drogas.

Y hay indicios de que para expiar sus culpas los primos güeros quieren verles cara de tontos a los mexicanos.

BRASAS

Lo dicho: el Consejo General del INE ya tomó la determinación de sabotear las elecciones de 2024.

Los once consejeros presentaron un escrito con advertencias sobre supuestos riesgos, en caso de ser avalado por la Corte el denominado plan B electoral.

Y anunciaron su decisión de interponer recursos jurídicos con miras a detener dicho plan, el cual, debe decirse, fue aprobado por el Congreso con todas las de la ley.

Además, el presidente del órgano electoral, Lorenzo Córdova, pidió a los ciudadanos que inunden el Poder Judicial con demandas legales en contra del Plan, no obstante que el gobierno logró sacarlo adelante en el Legislativo jugando con las reglas de la oposición. 

Córdova se esmera en azuzar a los empleados del INE con la finalidad de que lo respalden y se opongan a la reforma, la cual –asegura—es dinamita para las elecciones.

El escrito de los 11 y “de todo el personal” del Instituto asienta:

“Si el proceso legislativo se culmina y se publican los cambios legales, lo que tendremos delante de nosotros es la primera reforma regresiva de nuestra democracia y estaremos en la antesala de una inédita incertidumbre preelectoral y postelectoral”.

Peor. “Todas y todos debemos prepararnos para vivir en 2024 semanas de conflicto ante lo que podría ser una evidente inequidad en el desarrollo de las campañas y una inevitable incertidumbre sobre los resultados de dichos comicios, con todo y lo que ello implica en materia de gobernabilidad democrática y paz pública”.

El sabotaje está ya en plena ejecución.

Junto con su calanchín Ciro Murayama, Córdova presentó su libro “La democracia no se toca”, en un evento al que concurrieron bellas personas:

Roberto Madrazo Pintado, Salomón Chertorivski, Guadalupe Acosta Naranjo, Lía Limón, Blanca Guerra y Carlos Alazraky, entre otros.

Con toda razón, el Jefe del Ejecutivo denunció que son los propios consejeros del INE quienes de manera deliberada ponen en riesgo los comicios. Abierto sabotaje, pues.

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Este lunes será presentado el documento “Punto de partida”, elaborado por dos docenas de políticos decadentes, algunos académicos y muchos suplantadores de la denominada sociedad civil, el cual contiene un nuevo proyecto de país.

En el escrito se critica al presente gobierno federal y se asientan desmesuras como que nuestro país está en el umbral de convertirse en un Estado ingobernable.

“Vivimos un Estado omiso en el cumplimiento de sus obligaciones, que concentra el poder con autoritarismo y discrecionalidad, que se militariza, que destruye instituciones; con una democracia bajo acecho y con grandes ineficiencias”, asienta.

Y, además, “hoy falta gobernabilidad, tenemos un gobierno que no es responsable ni plural, que no ofrece certidumbre y sin autonomía ni independencia judicial total y con un Poder Legislativo en gran parte sometido y abyecto. Las políticas de inversión y las cuentas públicas, así como los programas de gobierno son un desastre”.

Se afirma que la economía está derrumbada, el combate a la pobreza en retroceso y existe la posibilidad de que el crimen organizado se inserte en los procesos electorales y –¡eureka!–en las estructuras del poder público.

A decir de los autores del documento, su intención es tratar de recomponer el país ante un “Estado omiso y autoritario que militariza desde el poder”.

Sorprende que entre los firmantes estén exfuncionarios como Francisco Labastida Ochoa, exgobernador de Sinaloa y extitular de Gobernación, que alguna responsabilidad deben tener en el estado de cosas imperante.

Y, que hablen de militarización desde el poder personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del general y expresidente de la República Lázaro Cárdenas.

O, que José Woldenberg suscriba aseveraciones como ésta: “nuestras reformas políticas fortalecieron a los partidos, pero no a la ciudadanía. Por ahí debemos empezar”.

Sin hablar de la responsabilidad que les corresponde en el desastre, entre los autores están también los exrectores de la UNAM José Narro Robles y Francisco Barnés, y Dante Delgado, Clara Jusidman y el exdirigente empresarial Carlos Salazar.

“La democracia está en riesgo, tanto por su asedio desde el poder, como por los desencantos populares, impotencias institucionales y corruptelas impunes”, sostiene el texto.

RESCOLDOS

Menos mal que, según la derecha más recalcitrante, el mesiánico entre los políticos es López Obrador. El expresidente Calderón, críptico y parabólico, tuiteó este domingo la siguiente cita del Evangelio de Mateo: “Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de uds. por causa mía. Alégrense… porque su premio será grande en los cielos». Ya se indaga si estaba dopado con vino de consagrar… 

Prófuga de la justicia desde hace 16 meses, la conductora de televisión Inés Gómez Mont ya acumula cuatro órdenes de aprehensión en su contra. La última fue librada el pasado jueves por el delito de defraudación fiscal por 3.6 millones de pesos. Esta fichita, acusada de delincuencia organizada –narcotráfico– y operaciones con recursos de procedencia ilícita, es sobrina del exsecretario de Gobernación de Calderón, Fernando Gómez Mont. Anda a salto de mata junto con su esposo, Víctor Manuel Álvarez Puga, de largo historial delictivo como rey de la evasión de impuestos mediante factureras. Son buscados la Interpol en 190 países…

El perredista de última hora, Miguel Ángel Mancera, es el gallo del sol azteca para la grande. Y también el exgobernador Silvano Aureoles, sobre quien pesa un cúmulo de acusaciones de corrupción y mal gobierno. Conforman un tabuco imbatible. Los destapó el afanador de Claudio X, González, Jesús Zambrano… 

Por las catacumbas de la derecha, Lilly Téllez ya consiguió el respaldo de Vicente Fox a sus aspiraciones presidenciales. Se desconoce de cuanto fue el zarpazo; pero de que lo hubo, no hay duda. Desde que le quitaron su regia pensión el exmandatario se apaña dinero de donde puede, incluso cantando las mañanitas a cumpleañeros y en celebraciones privadas…

aurelio.contrafuego@gmail.com

 

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