Continúa el baño de sangre en el «quinto estado más seguro del país»; ahora, 3 ejecutados e incinerados en un automóvil

A menos de 24 horas de la matanza en el restaurante «Che Gaucho» de Oaxaca capital, una nueva tragedia sacude al estado de Oaxaca, autoproclamado por el gobierno estatal como el «quinto estado más seguro del país».

El viernes por la tarde-noche, fueron hallados tres cuerpos incinerados en un vehículo abandonado sobre la desviación a San Andrés Zautla, municipio de los Valles Centrales de Oaxaca. El macabro descubrimiento fue el último en una serie de incidentes violentos que, en menos de 24 horas, han dejado un saldo de nueve muertos en Oaxaca de Juárez  y sus alrededores.

De acuerdo con el reporte de la policía, el hallazgo del automóvil incendiado, un Volkswagen modelo Jetta, fue alertado a las 17:30 horas en un camino de terracería. Al llegar a la zona, agentes de la policía municipal, Policía Estatal y Vial del estado confirmaron la presencia del vehículo calcinado. Durante la inspección, los oficiales localizaron un cráneo en el interior, lo cual apuntó a que al menos una persona fue completamente incinerada en el incidente.

Sin embargo, al abrir la cajuela del vehículo, los peritos descubrieron los restos calcinados de dos personas adicionales, confirmando así que tres individuos habían sido ejecutados y posteriormente incinerados. Tras el hallazgo, la zona fue acordonada para preservar cualquier indicio que pudiera ayudar a esclarecer los hechos.

Los primeros informes apuntan a que el automóvil, identificado como un Volkswagen Passat modelo 2015, permaneció en el sitio desde la mañana. Sin embargo, campesinos de la zona, al verlo, pensaron que el incendio había sido causado por un corto circuito y no sospecharon que en el interior había cuerpos humanos.

Los restos de las tres personas fueron trasladados al anfiteatro del Instituto de Servicios Periciales en San Bartolo Coyotepec, donde serán sometidos a pruebas de genética forense para determinar la identidad de las víctimas.

Las autoridades investigan si este hecho está relacionado el incidente violento que ocurrió el jueves  7 de noviembre. En esa ocasión, el líder de transportistas, Marcos Sánchez, sufrió un atentado en un restaurante de la colonia Reforma, donde seis de sus escoltas perdieron la vida. La Fiscalía General del Estado está trabajando en establecer posibles conexiones entre ambos eventos.

Este nuevo acto de violencia ha conmocionado a la población de Oaxaca y ha suscitado cuestionamientos sobre el nulo trabajo realizado por el gobierno de Salomón Jara en torno la seguridad en el estado.

Y aunque el gobierno estatal sigue manteniendo que Oaxaca «es una de las entidades más seguras del país», los recientes sucesos echan por tierra esa narrativa y los ciudadanos exigen una respuesta contundente de las autoridades para esclarecer estos crímenes y evitar que se repitan.

SÁBADO CON MÁS EJECUCIONES 

Este sábado, en la comunidad de Santiaguito, municipio de San Lorenzo Cacaotepec, en los Valles Centrales, fue hallado el cuerpo sin vida de un hombre dentro de una bolsa de plástico, debajo de un puente. Las autoridades locales confirmaron el macabro hallazgo y señalaron que la víctima había sido objeto de actos violentos antes de ser asesinada.

Según el informe preliminar de las autoridades, el hombre encontrado en Santiaguito habría sido torturado antes de ser asesinado a balazos. Por este motivo, personal de la Fiscalía General del Estado se trasladó al lugar de los hechos para realizar las diligencias necesarias y dar inicio a la investigación correspondiente. Aún no se ha identificado a la víctima, y el motivo de su asesinato permanece bajo investigación.

Mientras tanto, en Juchitán, ciudad municipio del Istmo oaxaqueño, otro hecho violento se registró este sábado. El cuerpo de José Isidro G.J., un joven de 27 años, fue encontrado en un campo de la colonia Infonavit Zapandú, conocido como “La Gravera”. El cadáver, atado de pies y manos, presentaba señales de violencia y fue acompañado por una cartulina con mensajes amenazantes, presuntamente relacionados con actividades delictivas.

José Isidro, quien residía en el callejón del Encanto, había sido reportado como desaparecido la noche anterior. Las autoridades manejan la hipótesis de que su asesinato se debe a un ajuste de cuentas, ya que la víctima tenía antecedentes penales. Horas antes, Andrés, un joven que se encontraba con José Isidro al momento de ser interceptados por sujetos armados, también fue encontrado sin vida en la misma zona.

Los homicidios en Juchitán han encendido las alarmas entre los habitantes, pues el municipio enfrenta una ola de violencia sin precedentes. Las autoridades locales consideran este crimen como uno de los primeros registrados en el día en el municipio, y con él, suman dos víctimas en menos de 24 horas en esa misma región.

Curiosamente, mientras estos crímenes ocurrían, la clase política local celebraba la inauguración del Parque Primavera Oaxaqueña, en un claro contraste con la realidad de inseguridad que azota a Juchitán. La comunidad espera que estos hechos no queden impunes y que el gobierno estatal intensifique sus esfuerzos para detener la creciente ola de violencia en la región.