
Con Salomón Jara, Oaxaca escala al segundo lugar nacional en rezago social: persisten desigualdades estructurales
En menos de tres años, Oaxaca ascendió del cuarto al segundo lugar nacional entre las entidades con mayor rezago social, según el informe más reciente de la Secretaría del Bienestar del gobierno federal correspondiente al ejercicio fiscal 2025.
De acuerdo con este informe, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz concentran los niveles más altos de rezago social en el país, mientras que Aguascalientes, Ciudad de México, Coahuila y Nuevo León se ubican en el extremo opuesto, con los índices más bajos de pobreza y mejores condiciones de bienestar.
El documento señala que, aunque las políticas sociales implementadas entre 2019 y 2024 lograron reducir el número total de personas en pobreza —de 35.7 millones en 2018 a 26.1 millones en 2024, según datos del Banco Mundial—, la desigualdad regional sigue siendo profunda.
Así, en el gobierno de Salomón Jara, el 58.4% de la población oaxaqueña vive en condiciones de pobreza y el 20.2% en pobreza extrema. El ingreso laboral promedio mensual es de apenas 6 mil 341 pesos, muy por debajo del promedio nacional de 10 mil 703 pesos. Además, el rezago educativo alcanza el 20.1% de la población, lo que refleja barreras persistentes al acceso a una educación de calidad, especialmente en zonas rurales e indígenas.
A diferencia de entidades del norte y centro del país, como Ciudad de México —donde el ingreso mensual promedio es de 16 mil 749 pesos y solo el 1.7% de su población vive en pobreza extrema— Oaxaca enfrenta limitaciones históricas en infraestructura, conectividad, acceso a servicios básicos y oportunidades económicas. Estas condiciones estructurales han frenado los efectos positivos de las políticas de transferencia directa y programas sociales.
Chiapas, que ocupa el primer lugar en rezago social, tiene un ingreso laboral aún menor, de 5 mil 165 pesos mensuales, y un rezago educativo del 31.1%. Le siguen Guerrero, con un ingreso de 6 mil 389 pesos y un rezago educativo del 28.9%, y Veracruz, con un ingreso promedio de 7 mil 294 pesos y rezago educativo del 25.5%.
En contraste, estados como Aguascalientes muestran un panorama distinto: ingresos promedio de 11 mil 323 pesos mensuales, baja pobreza extrema (1.8%) y mejores niveles educativos. Estas diferencias evidencian cómo el desarrollo económico y social continúa concentrándose en ciertas regiones, dejando a otras rezagadas pese a los esfuerzos federales por reducir la brecha.
El informe concluye que para entidades como Oaxaca no basta con transferencias económicas; se requiere una estrategia integral que atienda las causas estructurales de la pobreza y promueva un desarrollo regional equitativo y sostenible.