
ACTUALIZACIÓN: Marcha nacional de la Generación Z deja 120 heridos, hasta 40 detenidos y marcado impacto social
La marcha nacional de la Generación Z de este 15 de noviembre dejó 120 heridos y entre 20 y 40 detenidos tras enfrentamientos en el Zócalo capitalino. Miles avanzaron del Ángel al centro histórico para exigir seguridad, combatir corrupción y denunciar el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el primero de noviembre.
La convocatoria, lanzada bajo el lema “No somos inteligencia artificial”, atrajo principalmente a adultos , adultos mayores y familias, aunque también participaron decenas de miles de jóvenes. Las consignas exigieron revocación de mandato, freno a la impunidad y atención al desabasto de medicamentos. La protesta se replicó en decenas de ciudades con reclamos similares.
Durante el avance en Paseo de la Reforma, el contingente marchó pacíficamente. Destacaron banderas modificadas con la imagen de Manzo y símbolos juveniles inspirados en One Piece. También participaron políticos opositores y colectivos ciudadanos que exigieron transparencia gubernamental y políticas efectivas contra la creciente violencia en el país.
La tensión escaló al llegar al Zócalo, donde encapuchados del Bloque Negro derribaron las primeras vallas y lanzaron objetos hacia Palacio Nacional. La policía respondió con gases lacrimógenos, proyectiles y extintores. Autoridades culparon a infiltrados, pero manifestantes denunciaron represión excesiva y uso desproporcionado de la fuerza durante el operativo de contención.
El saldo oficial registró cien policías heridos —sesenta atendidos en sitio y cuarenta hospitalizados— y veinte civiles lesionados, además de hasta cuarenta detenidos por faltas administrativas y agresiones. Periodistas y familias denunciaron abusos policiacos, como golpes, empujones y robos de celulares, lo que agravó las críticas contra la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
Entre los heridos destacó Mario Camacho, adulto mayor impactado por una piedra presuntamente lanzada durante el operativo antimotines. Jóvenes manifestantes lo auxiliaron y difundieron su caso en redes, generando indignación. La CNDH abrió una queja de oficio y organizaciones civiles exigieron la liberación de manifestantes pacíficos detenidos.
Las marchas de la Generación Z se realizaron en más de 50 ciudades de 31 estados. Reportes periodísticos confirmaron movilizaciones en al menos 52 localidades, desde Tijuana hasta Mérida, incluyendo Guadalajara, Monterrey y Puebla, aunque algunas cifras preliminares variaron por la velocidad de los reportes en tiempo real.
No hubo una cifra oficial nacional de asistencia, pero estimaciones de participantes calcularon alrededor de 150 mil asistentes o más en todo el país. La mayor concentración ocurrió en la Ciudad de México, mientras que entidades como Jalisco y Nuevo León registraron miles por ciudad, y estados como Tlaxcala reportaron afluencias menores.
La movilización, difundida en redes bajo consignas como “No somos bots, somos México”, exigió frenar inseguridad, corrupción y abuso de poder. Aunque en CDMX ocurrieron los principales choques, la mayoría de las protestas se desarrollaron en paz. También hubo expresiones de apoyo en ciudades como Los Ángeles y Barcelona, aunque de menor escala.
Esta protesta se convirtió en la primera gran movilización intergeneracional del sexenio. Los símbolos juveniles, como la bandera de One Piece, reforzaron el sentido de unidad entre generaciones. Aunque autoridades federales la atribuyeron a desinformación, participantes defendieron su carácter apartidista y espontáneo, considerándola un hito de participación ciudadana.

