
Subregistro de homicidios en Oaxaca distorsiona cifras y oculta magnitud de violencia en gobierno de Salomón Jara
El subregistro de homicidios dolosos en Oaxaca, derivado de casos “no especificados” en los reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), está alterando la lectura real de la violencia en la entidad. Esta omisión sistemática empaña la transparencia y genera dudas sobre los resultados oficiales.
En 2023, los reportes oficiales registraron entre 852 y 961 víctimas de homicidio doloso, pero cerca de 150 a 200 casos no especificados elevan las estimaciones independientes hasta 1,047. Esta diferencia, señalan expertos, muestra un patrón de opacidad que afecta la credibilidad institucional y la planeación de políticas públicas.
Organizaciones civiles como Consorcio Oaxaca advierten que la falta de clasificación forense precisa y la ausencia de denuncias en comunidades indígenas alimentan este subregistro. En muchas regiones, los homicidios quedan sin categorizar por falta de personal capacitado, miedo de los familiares o presiones políticas para reducir las cifras de violencia.
Durante 2024, los datos oficiales reportaron entre 985 y 1,008 víctimas dolosas, aunque los 191 casos no especificados podrían elevar el total a 1,196, un incremento del 18 a 20%. Este desfase, según especialistas en seguridad, minimiza la verdadera magnitud del problema en Oaxaca.
El año 2025 muestra una tendencia similar. Hasta septiembre, se contabilizan entre 650 y 700 homicidios dolosos, pero con 100 a 120 casos aún sin clasificar. De confirmarse como dolosos, la cifra anual alcanzaría entre 750 y 800 víctimas, revelando un subregistro persistente del 10 al 15%, un porcentaje igual o mayor del que las autoridades estatales dicen haber disminuido mediante estrategias en materia de seguridad.
Desde el inicio del gobierno de Salomón Jara, en diciembre de 2022, las cifras oficiales del SESNSP suman 1,439 víctimas dolosas hasta noviembre de 2024. No obstante, el subregistro estimado elevaría esa cifra considerablemente, cuestionando los discursos oficiales sobre una supuesta reducción de la violencia.
La manipulación de datos también impacta en los feminicidios. Mientras el gobierno estatal reportó solo 20 casos en 2024, organizaciones como GES Mujer documentaron 102, lo que sugiere que muchos homicidios de mujeres se ocultan bajo la categoría de “no especificados”, impidiendo dimensionar la violencia de género.
El repunte de homicidios entre 2023 y 2024, de entre 15 y 18%, se relaciona con la expansión del crimen organizado en el Istmo y la Costa. Aunque 2025 muestra un leve descenso, los especialistas advierten que la disminución podría ser más aparente que real, producto del subregistro de los casos reales.
Regiones como el Istmo concentran el 25% de los homicidios, seguidas por la Costa y los Valles Centrales. En comunidades indígenas, la desconfianza hacia las autoridades, las barreras lingüísticas y la falta de presencia estatal provocan que muchos casos no se denuncien o se archiven como muertes “sin causa determinada”.
Expertos y organizaciones coinciden en que Oaxaca necesita fortalecer sus fiscalías, capacitar peritos y transparentar la clasificación de delitos. Mientras los “casos no especificados” sigan aumentando, el panorama real de la violencia en la entidad permanecerá distorsionado y las políticas de seguridad, mal enfocadas.
Fuentes: SESNSP, FGEO, Consorcio Oaxaca, GES Mujer, estimaciones independientes.