Oaxaca, entre las entidades con más asesinatos: cifras oficiales y alertas internacionales desmontan discurso de seguridad
Mientras el gobierno de Oaxaca sostiene que la entidad es el quinto estado más seguro del país, los datos oficiales federales y los hechos recientes exhiben una realidad distinta. Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelan una violencia persistente que contradice el discurso optimista difundido por el gobernador Salomón Jara.
Hasta octubre de 2025, Oaxaca se ubicó como el décimo estado con más homicidios dolosos y delitos de alto impacto en el país (ver gráfica del SESNSP). Esta posición lo colocó por encima de entidades históricamente señaladas por inseguridad, evidenciando que la estrategia de seguridad estatal no ha logrado contener de manera efectiva la violencia estructural.
Entre enero y octubre de 2025, la entidad registró alrededor de 750 víctimas de homicidio doloso, lo que representa entre 3.5 y 4 por ciento del total nacional. Aunque no encabeza el ranking, la cifra confirma un problema serio, particularmente en regiones donde el control territorial y la prevención siguen siendo limitados.
Con los datos consolidados a noviembre, presentados en diciembre, el SESNSP elevó el acumulado a 939 homicidios dolosos. Si bien este ajuste colocó a Oaxaca fuera del top 10 nacional, el volumen de víctimas mantiene al estado en posiciones medias-altas, lejos del escenario de seguridad que presume el gobierno estatal.
El contraste se acentúa con la evaluación internacional. El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió para Oaxaca una advertencia de viaje de Nivel 2, debido a riesgos asociados con delincuencia y terrorismo, una clasificación incompatible con la narrativa oficial de tranquilidad.
Más aún, el gobierno estadounidense prohíbe a sus empleados viajar a zonas específicas de Oaxaca por mayores riesgos de seguridad. Entre ellas se encuentra la Carretera Federal 200, en el tramo que va de Pinotepa Nacional a la frontera con Guerrero, considerada de muy alta peligrosidad.
También está restringida la región del Istmo de Tehuantepec, dentro de un perímetro delimitado por las carreteras federales 185D y 190, así como la frontera con Chiapas. Esta zona incluye ciudades clave como Juchitán de Zaragoza, Salina Cruz y San Blas Atempa.
La violencia reciente confirma estas alertas. El viernes 13 de diciembre se registró un pico violento con al menos cuatro homicidios dolosos en un solo día, entre ellos el asesinato de un funcionario municipal en San Jacinto Amilpas y ejecuciones en Miahuatlán y San Miguel Ejutla.
En Miahuatlán de Porfirio Díaz, dos hombres fueron asesinados a balazos dentro de un vehículo, en pleno centro del municipio. El ataque directo, la huida de los agresores y la falta de detenidos reflejan patrones recurrentes de impunidad en zonas estratégicas del estado.
Aunque el gobernador Jara insiste en una tendencia anual a la baja, diciembre comenzó con más de una decena de homicidios en apenas dos semanas, con una impunidad del 99.99%. Estos repuntes, sumados a las advertencias internacionales y a los datos oficiales, establecen que la inseguridad en Oaxaca sigue siendo una amenaza latente, no un problema superado.
