
Ejecutan a líder sindical de CATEM en Salina Cruz, #Oaxaca, tras desayuno con agremiados y empresarios
La mañana de este lunes 27 de octubre, el líder sindical Noé Pérez Urquidi, secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) en Salina Cruz, Oaxaca, fue ejecutado a balazos por sujetos armados. El ataque ocurrió en el centro comercial Pabellón, momentos después de que descendiera de una camioneta JAC blanca. La víctima participaba en un desayuno con agremiados y empresarios, según reportes iniciales.
Noé Pérez Urquidi era una figura destacada en el movimiento obrero de la región del Istmo de Tehuantepec. Como líder de CATEM, representaba a cientos de trabajadores en sectores como transporte, construcción y servicios. En años recientes, impulsó eventos masivos, como la pega de calcas sindicales con 400 unidades en octubre, y participó en protestas laborales contra despidos injustificados en el Ayuntamiento de Salina Cruz.
El homicidio se ejecutó con precisión: un comando armado abrió fuego directo contra Pérez Urquidi, quien no tuvo oportunidad de reaccionar. Testigos describen el tiroteo como rápido y letal, dejando el cuerpo en el lugar. Autoridades de la Policía Vial y la Fiscalía General del Estado de Oaxaca acudieron de inmediato para acordonar la zona y recabar evidencias. No se reportan heridos adicionales.
La noticia se ha difundido rápidamente en redes sociales, generando consternación entre compañeros sindicales y la comunidad. Reporteros locales confirmaron el deceso hace minutos del suceso, destacando la poca seguridad de los líderes obreros en zonas con alta conflictividad social. Hasta el momento, no hay detenidos ni hipótesis oficiales sobre el móvil, aunque se especula con disputas laborales o rencillas políticas.
Este asesinato evidencia la ola de violencia contra dirigentes sindicales en Oaxaca. CATEM, aliada del gobierno federal, enfrenta diversos retos en un Istmo marcado por megaproyectos como el Corredor Interoceánico. La muerte de Pérez Urquidi podría desestabilizar negociaciones colectivas y avivar confrontaciones entre sindicatos, por lo cual autoridades istmeñas urgen investiga el hecho para garantizar justicia y seguridad sindical.

