
Criminal y fallida, política migratoria del gobierno federal: Defensoría de Derechos Humanos
Muestra de ello es cuando funcionarios de Migración bajan a las personas de los autobuses en los que viajan para obligarlos a continuar su camino a pie
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La política migratoria del gobierno federal que ha desplegado el Instituto Nacional de Migración (INM), es criminal y fallida, sostuvo la titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Elizabeth Lara Rodríguez.
Puso como ejemplo que una muestra de la naturaleza criminal de la política migratoria es cuando funcionarios de Migración bajan a las personas de los autobuses en los que viajan para obligarlos a continuar su camino a pie, sin importar que sean familias con menores de edad y que su tránsito por el país sea legal o regular.
Lo anterior, dijo, ha provocado, entre otras cosas, además de ser más visible la migración, a ponerlos en una situación de riesgo. Según los informes de las autoridades estatales, muchos han sido capturados por la delincuencia organizada y se han presentado reportes de niños y niñas desaparecidas.
Para Elizabeth Lara no hay ningún argumento jurídico para que puedan bajarse de un camión, cuando traen un boleto pagado, cuando vienen prácticamente en estado regular porque ellos han tenido su forma migratoria que se llama CBP One y ellos traen ese documento porque lo han hecho desde sus países o muchos lo han hecho en la frontera sur.
La defensora de Derechos Humanos recriminó que la política federal migratoria no sólo coloca a las personas migrantes que transitan por territorio oaxaqueño en una situación de mayor vulnerabilidad, sino que es violatoria de sus derechos humanos porque busca “estacionar” la migración en el Istmo de Tehuantepec y en la ciudad de Oaxaca, es decir, retrasar su avance hacia el norte del país en su búsqueda de cruzar la frontera hacia los Estados Unidos.
De acuerdo con datos del gobierno de Oaxaca, esta entidad se ha convertido prácticamente el paso obligado de miles de migrantes de al menos 16 países que buscan llegar a Estados Unidos y sólo de mayo al 15 de agosto han cruzado por el suelo oaxaqueño 60 mil 280 personas en tránsito.
Ello, debido a que los migrantes necesitan llegar a Tapanatepec, municipio del oriente del Istmo, para obtener un permiso provisional que les permita cruzar México y porque la ruta de Veracruz es muy insegura.
Destacó que la migración en Oaxaca ha adquirido mayor visibilidad por la política de migración del gobierno federal, y recordó que el cierre de las estaciones migratorias tras la muerte de 40 migrantes en una estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua, se dio por la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y también por la política migratoria del gobierno de los Estados Unidos.
En el caso del gobierno de Estados Unidos, explicó que ese país tiene una postura de puertas abiertas únicamente para personas provenientes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití; pero el detalle, dice, es que mientras son recibidos o aceptados, el Estado mexicano debe asumir el compromiso de cuidarlos.
Por otra parte, la titular de la Defensoría de Derechos Humanos refirió que la Suprema Corte determinó que es inconstitucional el periodo de 15 días hábiles que establecía Migración para resolver la situación jurídica migratoria de una persona y estableció que debe resolverse en un lapso no mayor a las 36 horas.
Consideró que este tiempo no le permite al Instituto Nacional de Migración realizar ninguna acción, incluso, para notificar o informar al consulado del país del que es originaria la persona migrante.
En este escenario, advirtió que el flujo migratorio no va a cesar e incluso es probable que incremente aún más, y puso como ejemplo la migración procedente del continente africano, misma que ya tiene una gran presencia en Oaxaca.
Por los problemas que hay en África, las guerras que hay en ese continente, me parece que puede incrementar su flujo migratorio. De las nacionales de África, 27 están aquí en México. Estamos hablando de más de la mitad y eso es preocupante porque va a llegar un momento en que se pueden colapsar las fronteras”, concluyó.