
CNTE denuncia criminalización de la protesta y acusa a Sheinbaum de autoritarismo tras ataque con gas lacrimógeno
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) denunció la criminalización de la protesta social y calificó el ataque con gas lacrimógeno de esta mañana 13 de noviembre como una acción autoritaria de la presidenta Claudia Sheinbaum. Acusó al gobierno federal de replicar viejas tácticas represivas contra el magisterio disidente.
Los maestros, principalmente de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y la Ciudad de México, señalaron que las acciones policiales frente a Palacio Nacional fueron una provocación que vulneró derechos humanos básicos. Aseguraron que la represión muestra el desprecio del gobierno hacia el diálogo, priorizando la contención violenta sobre la solución pacífica de los conflictos laborales y educativos.
Durante un mitin posterior, la CNTE reiteró su exigencia de abrogar completamente la Ley del ISSSTE de 2007 y la reforma educativa de 2019. Los maestros afirmaron que las mesas de trabajo anunciadas por el gobierno son simuladas e insuficientes, sin voluntad real de atender los problemas estructurales que afectan al magisterio nacional.
Integrantes de la Sección 22 de Oaxaca lanzaron consignas directas contra la mandataria: “¡Claudia nos trató muy mal! ¡El próximo año no habrá Mundial!”, aludiendo a un boicot a la Copa Mundial 2026 si no se garantizan sus derechos. Denunciaron que la represión pretende silenciar las demandas de una educación pública digna y gratuita.
Como respuesta al ataque, la CNTE intensificó su Jornada Nacional de Lucha de 48 horas, con bloqueos en casetas, movilizaciones y un plantón indefinido frente al Congreso de la Unión. Colectivos aliados exigieron una investigación independiente sobre las agresiones a maestros y reporteros, denunciando el uso excesivo de la fuerza pública.
La confrontación con el gobierno de Sheinbaum marca un punto de ruptura. Mientras la presidenta justificó las vallas y el operativo como medidas para “proteger la vida”, la CNTE las interpretó como un cierre autoritario al diálogo. Advirtieron que, sin soluciones concretas, las protestas se extenderán y escalarán en intensidad.
Ante la hostilidad presidencial, la CNTE afirmó que su lucha no busca el enfrentamiento, sino la justicia social y la defensa de la educación pública. Sin embargo, advirtió que la impunidad frente a la represión solo fortalecerá su resistencia. “No tenemos miedo —declararon—, la dignidad del magisterio no se reprime con gases lacrimógenos”.

