
La falsa seguridad de Chagoya: Oaxaca de Juárez, entre las ciudades con mayor percepción de inseguridad
Mientras el alcalde de Oaxaca de Juárez presume que nuestra capital está “entre las tres más seguras del país”, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del tercer trimestre de 2025 lo contradice: el 76.2% de sus habitantes considera que vivir en la Verde Antequera es inseguro.
El contraste entre la narrativa oficial y la realidad estadística exhibe una peligrosa desconexión entre el discurso político y la percepción ciudadana. Mientras el edil Raymundo Chagoya intenta construir una imagen de estabilidad, los datos del INEGI ubican a Oaxaca capital en el lugar 21 entre 91 ciudades con mayor percepción de inseguridad.
De acuerdo con la ENSU —levantada entre el 26 de agosto y el 12 de septiembre de 2025—, a nivel nacional el 63% de la población adulta considera inseguro vivir en su ciudad, cifra que representa un aumento de casi cinco puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2024. Oaxaca de Juárez está 13 puntos por encima de esa media.
Aunque el alcalde argumenta que las cifras deben leerse “en función de cada 100 mil habitantes”, su justificación ignora que la encuesta mide percepciones sociales, no tasas delictivas. Es decir, no se trata de cuántos delitos se cometen, sino de cómo los ciudadanos viven y sienten la inseguridad en su entorno cotidiano.
La ENSU también refleja una tendencia preocupante: la percepción de inseguridad en Oaxaca de Juárez aumentó casi 12 puntos en un año, al pasar de 64.3% en septiembre de 2024 a 76.2% en septiembre de 2025. Esto desmiente la supuesta mejora en las condiciones de seguridad proclamada por el edil morenista.
El propio alcalde reconoce que la medición es “compleja” porque la capital recibe diariamente población de 27 municipios conurbados, pero esa afirmación tampoco cambia la percepción de quienes viven y trabajan en la ciudad, donde el miedo a la delincuencia en cajeros, transporte y calles sigue siendo cotidiano.
Paradójicamente, mientras el 26.8% de los oaxaqueños reportó haber tenido algún conflicto o enfrentamiento directo en el trimestre, el edil insiste en un relato de éxito, ajeno a las cifras y al sentimiento social. Su discurso, más que tranquilizar, refuerza la idea de un gobierno desconectado de la realidad.
Oaxaca de Juárez no es la ciudad segura que el alcalde describe. Los datos oficiales y la percepción ciudadana muestran un deterioro que exige políticas efectivas y autocrítica, no autoelogios. Negar la inseguridad no la desaparece; solo posterga las soluciones que la ciudadanía demanda con urgencia.

