
Morena se aferra al poder en #Oaxaca: rechaza reforma de revocación para que nadie toque a su gobernador
En Oaxaca, Morena mostró su verdadera prioridad: blindar a toda costa a su gobernador. Benjamín Viveros, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), rechazó indignado la iniciativa del PT y MC que pretendía bajar de 10% a 3% el requisito para pedir la revocación de mandato. ¿Democracia? Mejor no incomodar.
Viveros aseguró que la Constitución exige un 10% de la lista nominal para solicitar la revocación, porque, claro, solo así el proceso es “representativo”. Reducirlo, según él, abriría la puerta a que “minorías” manipulen el mecanismo. En otras palabras, menos gente podría exigir cuentas, y eso no conviene.
La iniciativa también planteaba eliminar el 40% de participación ciudadana para que la revocación fuera vinculante. Morena la tildó de “antidemocrática”. Viveros argumentó que se vulneraría la voluntad de las mayorías, aunque en realidad parece más un manual de cómo blindar a un gobernador incómodo de cuestionamientos.
El gobierno de Salomón Jara, arropado por Morena, salió al quite para rechazar tajantemente la propuesta. Viveros buscó meter miedo: cualquier cambio que facilite la revocación es un riesgo para la gobernabilidad. Traducido: mientras menos fácil sea correr al gobernador, más tranquila duerme la dirigencia de la 4T.
Y por si faltaba refuerzo, Viveros recordó que la Suprema Corte ya validó el famoso Decreto 1624, que recorta la siguiente gubernatura a dos años. Según Morena, esto “fortalece la eficiencia institucional y la participación ciudadana”. Aunque, en los hechos, parece más un disfraz jurídico para controlar los tiempos.
En conclusión, Morena dice defender la democracia, pero lo que defiende, con uñas y dientes, es a su gobernador. Porque, seamos francos, lo último que quieren en Oaxaca es que los ciudadanos descubran que la revocación puede ser algo más que un adorno constitucional en papel.