CIUDAD DE MÉXICO.
En junio de 1910 fue fundada la Anonima Lombarda Fabbrica Automobili (ALFA) que, en 1920, agregaría el apellido de Nicola Romeo a su nombre, para iniciar la leyenda de Alfa Romeo. Desde entonces y hasta la fecha, la turbulenta historia de esta firma automotriz ha estado llena de pasión en todo lo que ha emprendido, con épocas adversas y otras llenas de gloria.
Imposible hablar de Alfa Romeo sin recordar que fue con sus autos, el 158 y 159 con los que se adjudicaron los dos primeros campeonatos mundiales de Fórmula 1: Giuseppe Farina en 1950 y Juan Manuel Fangio en 1951, y que del afán de doblegarlos en la pista fue que nació la Scuderia Ferrari.

Para revivir esas épocas Alfa Romeo no sólo ha vuelto a los circuitos de la máxima categoría, sino que además presentó en 2015 el Giulia, precisamente en el Museo Storico Alfa Romeo el 24 de junio, para conmemorar el 105 aniversario de la marca, con un fascinante auto de tracción trasera que carga sobre sus hombros la responsabilidad de recuperar el respeto que tenía la firma italiana en el segmento de los sedanes.
El nombre vino directamente de aquel mítico auto que nació en el circuito de Monza el 27 de junio de 1962, impulsado por un motor hecho de aluminio que le confería características muy particulares de deportividad convirtiéndolo en un referente de la época, para emular aquel suceso, el nuevo corazón fue el resultado de una colaboración que retomó las virtudes del motor Ferrari V8, que impulsa al California T.
Ambos bloques utilizan la misma arquitectura, compartiendo elementos del cigüeñal, la inyección y los dos turbos, con una configuración V6 para el exponente de Alfa Romeo, que lo vuelve más brioso, y sólo impulsa a la versión más poderosa de la gama.

MANOS AL VOLANTE
Acompañados por la energía y suerte que acompaña a las versiones marcadas con el trébol verde (quadrifoglio), echamos a andar desde el botón rojo montado en el volante nuestra bellísima máquina. La experiencia de conducir este Alfa Romeo es más intensa que la que se encuentra al subirse a un M4 o a un C63 AMG, y al surcar la parte más divertida de la autopista México-Cuernavaca, pudimos exprimir las cualidades del motor biturbo V6 de 2.9 litros que nos puso bajo el acelerador 505 hp y el empuje de 443 libras-pie, que nos brindó en cada arrancón una hermosa y ronca sinfonía, acompañada por una aceleración firme y contundente, privilegiada por una muy equilibrada relación peso-potencia, una de las armas poderosas de este deportivo.
La relación entre la caja de doble embrague y la tracción trasera completan una ecuación intensa, que se complementa con detalles como la piel y los toques italianos que te hacen disfrutar un deportivo intenso y extraordinario, hermoso por fuera, gracias a los trazos caprichosos y musculosos de su fina estampa, que se vuelve más rebelde cuando se elige el modo de manejo track, que lo hace más brioso y rebelde.
Qué gran forma de dignificar 110 años de historia.
STELVIO QV
Cuando mezclas la deportividad y el estilo único que han caracterizado a Alfa Romeo a lo largo de sus 110 años de vida, con el insaciable apetito a nivel mundial por los grandes e imponentes SUV, el resultado es simplemente sorprendente.
Una atractiva camioneta de 4.70 metros de largo, 1.95 de ancho y 1.68 de alto, cuyo diseño seduce desde cualquier ángulo, y más si porta los emblemas de cuatro hojas sobre fondo blanco colocados en los extremos superiores de las salpicaderas delanteras.
Es decir, que se trata de un vehículo deportivo en toda la extensión de la palabra. Por fuera, las enormes entradas de aire inferiores de la fascia frontal, la geometría de la parrilla triangular y el diseño estilizado de los faros imponen respeto, pues en conjunto le dan a la Stelvio QV una mirada agresiva.
Los formas redondeadas dominan en toda la carrocería, la cual reposa sobre un impresionante juego de rines de aluminio de 20 pulgadas que dejan ver los enormes discos del sistema de frenos.
El interior hace juego con el alma deportiva de esta camioneta y tras presionar el botón de encendido del motor, ubicado en el extremo izquierdo del volante, el sonido ronco y áspero del propulsor que emana por las salidas cuádruples del escape te recuerdan, si es que lo has olvidado, que estás a bordo de un auto deportivo en serio.
A RODAR SE HA DICHO
El soporte que ofrecen los asientos al cuerpo es directamente proporcional a la fuerza explosiva que generan los 505 caballos de fuerza y a las 443 libras-pie de torque, provenientes del motor V6 de 2.9 litros biturbo que vive bajo el cofre, y que llegan a las cuatro ruedas pasando por una transmisión automática de 8 velocidades.
Una reacción instantánea del tren motriz que impulsa a la Stelvio QV en un abrir y cerrar de ojos y que te obliga cuestionarte si esta camioneta en realidad pesa los 1,978 kilogramos que declara en la báscula. La experiencia se agudiza cuando eres tú quien ejecuta los cambios de velocidad a través de las paletas ubicadas detrás del volante. El tacto de la dirección es sólido y el equilibrio de la camioneta da mucha confianza para enfrentar curvas rápidas, a pesar de que su centro de gravedad es elevado dada la altura de la carrocería.
Debemos advertir que acelerar a fondo y escuchar el petardeo del motor en cada cambio de marcha es un ejercicio adictivo. En cuanto a su condición de SUV, ofrece el espacio suficiente para que cinco personas viajen con mucha comodidad en el habitáculo, rodeados de un ambiente racing y con un espacio en la cajuela de 525 litros.
Una vez más comprobamos que no importa si se trata de un SUV, un sedán, un hatchback o un deportivo biplaza, pues Alfa Romeo ha sabido dotar a cada uno de sus modelos de un ingrediente fundamental para quienes aman estar detrás de un volante: la emoción de conducir.
Esta nota originalmente se publicó en Excelsior